Y cada vez la resaca de la incomprensión es menor… quizás porque ya te metes en la cama sin esperar una mañana despejada. Al fin y al cabo, siempre ha habido nubes entre las que se ha ido escondiendo el Sol. Entiéndelo, no puede ignorar que en su cielo ahora hay nubes igual que las ha habido en el tuyo. Acabaría chocando con una de ellas como te pasó a ti. Necesitaste que se fueran todas para poder danzar a tu ritmo… y eso es lo que necesita ahora el Sol.
Lo bueno es que aún sonríes cuando te ilumina y hasta has aprendido a despedirlo sin deprimirte. ¿Cómo va a deprimirte algo que te ha alegrado tanto durante algunos días? Lo mismo que si no pudieras sonreír al recordar el peluche preferido de tu infancia por el hecho de haberse perdido. Sería algo muy absurdo por tu parte.
Casi incomprensible, y si algo buscamos en esta vida… es la comprensión del suceder.
Un text de la Gala que m'ha agradat molt!
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